Tras 150 años de exploración, los fondos marinos a profundidades mayores a 200 m siguen siendo el hábitat menos explorado y más amplio en nuestro planeta. Cumplen un rol esencial en la regulación climática, proveen recursos energéticos, minerales y biológicos valuados en 24 trillones USD y representa un vasto repositorio de biodiversidad. Los organismos asociados al fondo marino son conocidos como organismos bentónicos. Los organismos bentónicos pueden prestar varios beneficios para la humanidad como alimento, área de desove y cría de especies de peces de interés pesquero y de interés de conservación, bioindicadores de calidad ambiental, ciclado de nutrientes y contaminantes, secuestro de gas metano, recursos genéticos para la industria biofarmacéutica, valores culturales, etc. Sin embargo, el hecho de que cada día nuevas especies y funciones ecológicas sean descriptas para estos ambientes nos recuerda que aún queda mucho por explorar y descubrir.
Estudio de hábitats bentónicos y su vinculación con ambientes gasíferos

La presencia de parches con gas metano en los sedimentos y escapando en forma de burbujas hacia la columna de agua sustenta ecosistemas con características singulares. Paradójicamente, el gas puede ser tóxico y excluir especies sensibles mientras que, por otro lado, puede servir de alimento a especies quimiosintéticas. Estas últimas cumplen un rol esencial en el secuestro de este gas de efecto invernadero que, de otra forma alcanzaría la atmósfera. Además, dichas especies facilitan el ingreso de esta fuente alternativa de carbono en la trama trófica lo cual se refleja en incrementos locales de abundancia, biomasa y biodiversidad. Estos ecosistemas, a su vez, están estrechamente ligados a aquellos de áreas circundantes. Por ejemplo, son importantes áreas de refugio, cría, alimentación y desove de especies de peces de interés comercial. Gracias a la naturaleza de esta “biósfera rara” los escapes de gas suelen albergar especies con alto nivel de especialización. Muchas de ellas especies nuevas para la ciencia y cuyas novedades genómicas le confieren alto valor para la bioprospección.
Caracterización y mapeo de Ecosistemas Marinos Vulnerables

La necesidad de observaciones de la biodiversidad de mar profundo emerge de un deseo de sustentabilidad en el desarrollo de actividades humanas que generan disturbio como pesquería de arrastre, extracción de energía, cableado, y potencialmente minería de mar profundo. Estas prácticas y la negociación de un nuevo acuerdo internacional de biodiversidad impulsan la creación de líneas de base y monitoreos ambientales para informar medidas de manejo ecosistémicas basadas en planeamiento espacial, y designación de áreas protegidas, estudios de impacto ambiental, a niveles nacionales e internacionales. Dichas estrategias de manejo emplean como herramienta espacial modelos de hábitat bentónicos, una combinación de mapas batimétricos y mediciones bentónicas directas.
Fotos tomadas de NOAA Office of Ocean Exploration and Research y NOAA Deep-Sea Coral Data Portal